1.18.2013

ENSALADA DE JUDÍAS VERDES CON PESTO ROJO. COMIDAS LIGERAS PRE-EJERCICIO FÍSICO


Tras un larguísimo tiempo de inactividad he vuelto a mi rutina diaria de ejercicio físico. Hace años que incorporé en mi vida un plan de ejercicio físico y me gusta seguirlo de manera metódica y con determinación. Para alguien con diabetes el ejercicio físico es fundamental, debe formar parte del día a día, una actividad más de la rutina, como lavarse los dientes, vestirse, comer... La diabetes es una enfermedad que quiere costumbres y horarios. Aunque es lo que te aconsejan es algo que uno mismo aprende con los años. Comer siempre a las mismas horas, hacer ejercicio físico siempre a la misma hora, con la misma intensidad cada día, durante el mismo período de tiempo... es algo vital para el control de la enfermedad. Aunque te sientes como programado: ahora insulina, ahora comida, ahora ejercicio... este control es lo que más estabiliza una enfermedad como la diabetes, en la que no te duele nada pero te va destruyendo por dentro.
No os había hablado nunca tan de cerca de mi enfermedad, no os había contado tantos detalles como éstos sobre mi día a día. Hoy, curiosamente, me ha apetecido hacerlo. Se van a cumplir 10 años que soy diabética de tipo 1. Hace 10 años que me inyecto insulina varias veces al día y 10 años que soy esclava de la diabetes. Quizás suene mal la palabra "esclava", pero siempre he pensado que es así, que los diabéticos somos esclavos de esta enfermedad. No es como muchas otras en las que tomando medicación en un momento del día está todo solucionado. En la diabetes uno la tiene en la mente TODO el día. Vivimos pendientes del reloj, de las dosis de insulina, las subidas y bajadas de azúcar, los hidratos de carbono... al menos yo lo experimento así. Hay días en que siento que necesito unas vacaciones, un par de días sin pensar en todo esto, tan solo un par de días...
No es posible.
Tampoco quiero resultar dramática ni sonar angustiada, no me siento así. Con la diabetes he aprendido a llevar una dieta MUY equilibrada y a cuidarme mucho, y llevo a rajatabla un plan de ejercicio que de otra manera seguro que no llevaría. Siempre hay que ver la cara positiva de las cosas.
Y como os decía antes he tenido un parón muy grande en mi "rutina", un parón de más de un año. Aunque intento que mi rutina no se vea afectada por ningún motivo y bajo ningún concepto las circunstancias me llevaron a un largo período de desajuste. Me quedé sin trabajo, me vi desorientada, me metí de lleno en la organización de eventos, creé la tienda online... y todo esto me tuvo en muchos momentos tan ocupada y con las energías puestas en tomar un rumbo que el ejercidio físico quedó apartado. Perdí la costumbre, me volví perezosa y no encontraba nunca el momento de volverme a poner las pilas. Mañana, la semana que viene, en cuanto acabe este asunto que llevo entre manos... y nunca llegaba el momento.
En fin, fase superada, ya me he encaminado de nuevo. Y no, no ha sido con el inicio del año, fue repentinamente un día a finales de noviembre. Dije "hoy" y rompí el hielo. Llevo ya casi dos meses en marcha, y ya puedo decir que he vuelto a mi rutina: 60 minutos de ejercio físico diario después de comer. Una comida ligera y a por ello.


Niño en el cole, insulina inyectada, nutrientes en el cuerpo: remota posibilidad de una hipoglucemia. ¡Es hora de salir a correr!
Pero para poder hacer esto evidentemente uno tiene que comer de manera ligera. Como ejemplo de comidas ligeras pre-ejercicio físico os dejo esta ensalada de judías con pesto rojo que me chifla.

ENSALADA DE JUDÍAS VERDES CON PESTO ROJO.
Ingredientes:
un buen manojo de judías verdes frescas
tomatitos cherry
medio aguacate
hojas de albahaca (opcional)
Preparación:
Cocinamos las judías verdes al vapor (así evitamos que cojan agua)
Combinamos las judías cocidas en una fuente con los tomates cherry partidos en dos y el aguacate en trocitos.
Añadimos pesto rojo al gusto y unas hojitas de albahaca.

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1.06.2013

CASCA DE REYES



Este año he tenido pereza de preparar el roscón de reyes, aunque la verdad es que hace años que deseaba dar con la receta de la casca de reyes y publicarla, ya que la he buscado en internet y ha sido casi imposible encontrarla.


La casca es un dulce en forma de rosca que se comía aquí en Valencia el día de Reyes hace muchos años, y que el roscón desplazó, dejando casi en el olvido. Todavía podemos encontrar en las pastelerías cascas, de muchos tamaños, blanquitas. Al parecer aquí en la Ribera es la parte de Valencia donde aún es fácil encontrarlas. Están hechas de mazapán relleno de confitura de boniato, o yema, y cubiertas de glasa blanca.
Su bocado es inmensamente dulce y de reminiscencias claramente árabes: huevos, azúcar, almendra, boniato...

No he probado a prepararla sin azúcar porque la proporción e importancia de este ingrediente es tal que me parece que sustituirlo es desvirtuar el pastelito. Además el azúcar tiene unas propiedades de amalgamado y caramelización que no se consiguen con edulcorantes ni endulzantes, así que dudo que hubiese sido posible conseguir una casca sin azúcar.

CASCA DE REYES

Ingredientes (para dos cascas medianas):
3 huevos
1 yema
500g de azúcar glass
500g de almendra molida fina
confitura de boniato
3 claras de huevo
600g de azúcar glass

Preparación:
poner en un cuenco grande el azúcar y la almendra molida, mezclar. Añadir los huevos y la yema y amasar para formar el mazapán.
Dividimos el mazapán en cuatro bolas iguales y formamos un cilindro con cada bola.
Ahora formamos una rosca con cada cilindro. Debemos intentar que las roscas queden igual de tamaño.
Ahuecamos con el dedo el centro de cada rosca y en dos de ellas rellenamos el hueco con confitura de boniato. Tapamos con las otras rosca de mazapán, dejando la parte ahuecada hacia abajo, para que quede bien cubierta la confitura.
Horneamos a 180ºC durante unos 20 minutos.
Dejamos enfriar.
Batimos las claras de huevo con varillas y cuando empiezen a tomar color blanquecino vamos incorporando el azúcar glass.
Cubrimos con esta glasa las cascas y dejamos que endurezca.