Hace varios días que dejamos atrás la ciudad para instalarnos en el corazón de la zona de Los Cotswolds, en plena campiña inglesa, muy cerca de donde nace el río Támesis. Nos encontramos ahora en la localidad de Cirencester, cerca de Bath, de Oxford, del enigmático y megalítico monumento de Stonehenge... una ubicación más que fantástica para una semana de relax. Atrás quedaron las calles bulliciosas, el estrés del metro, la vida de ciudad... y Cirencester es una localidad maravillosa para desconectar y vivir a otro ritmo.
A nuestra llegada tuvimos un día muy gris y lluvioso, pero pronto empezó a brillar el sol de nuevo y estamos disfrutando de unas temperaturas muy agradables y unos días más que preciosos.
Cirencester es una localidad de extraordinaria belleza, con orígenes romanos, llena de casas solariegas, cottages, y muchísimo encanto en cada esquina. Cuesta creer que esto exista, es realmente como habitar dentro de un cuento!
Además hemos tenido la suerte de alojarnos en una de las tres casas de nuestros amigos Paul y Annette. Una maravilla de casa, super coqueta y bien equipada, donde estamos disfrutando de lo lindo de esta estancia tan bucólica.
Fijaros en el salón:
Y ahora en la cocina. No os imaginais lo que estoy disfrutando. Bueno, ya me conoceis, os podeis hacer una gran idea de ello. Cada día hacemos la compra y llegamos a casa cargados de "local food", y entonces empieza mi momento de trastear por la cocina y preparar platos, hornear... No podría ser de otra manera. Además resulta que Annette es una apasionada de la cocina también y tiene libros por todas partes. Me vuelvo loca!!!!!
Fijaros también en la preciosidad de los baños, el dormitorio, etc:
Esta tarde hemos ido al huerto de Paul y Annette a recoger verduras y frutos rojos. Hemos recogido también rhuibarbo, así que habrá otro nuevo postre pronto.