¿Recordais el pudding de horchata y fartons que hice a finales de junio para el concurso que había organizado la empresa Fartons Polo con la ocasión de su 50 aniversario? Pues a mediados de julio me sorprendieron con la notícia de que había quedado finalista, y de verdad que fue una grata sorpresa, no me lo esperaba en absoluto. Nos convocaron a todos los finalistas la primera semana de agosto, con nuestros dulces preparados, para que el jurado pudiera degustarlos y elegir un ganador. Recién estrenadas vacaciones, el día que me indicaron, preparé el pudding y nos dirigimos a la fábrica de fartons. Estuvimos esa mañana en la fábrica de Fartons Polo y fue una experiencia muy interesante. Nos gustó mucho conocer al señor Jose Polo, quien nos mostró la fábrica. Jose, muy amable y atento estuvo conversando largo y tendido con nosotros, nos habló de su trayectoria, de sus proyectos, y nos estuvo guiando por las instalaciones de la empresa. A mi hijo le entusiasmó poder ver la elaboración de los fartons, y salió contentísimo con la caja de fartons que nos regalaron.
No tuve la suerte de ganar el concurso pero fue fantástico llegar a ser finalista, porque Fartons Polo nos obsequió a todos los finalistas con un premio en metálico de 100 euros y una noche de hotel en régimen de media pensión en el fabuloso hotel La Mozaira, en plena huerta valenciana.
Nosotros elegimos disfrutar de la estancia en el hotel la semana pasada, y ¿qué os puedo decir?, no puedo más que contaros maravillas...
El hotel sencillamente nos encantó. Nos cautivó desde el primer momento. La reforma y rehabilitación que la familia Polo ha llevado a cabo en esta alquería es digna de elogios. La Mozaira es un hotel de un gusto exquisito, con una infinidad de detalles que demuestran que no se ha escatimado en nada, con unos acabados impecables, con una decoración serena y elegante que invita al deleite de los sentidos.
Hemos disfrutado enormemente de nuestro premio, sintiéndonos muy afortunados y especiales, pues la atención que todo el personal del hotel y la misma familia Polo nos ha dedicado ha sido excelente. Nos han tratado maravillosamente. Su trato ha sido exquisito. No nos ha faltado absolutamente nada, muy al contrario.
Pude constatar que nos habían dado la mejor habitación, una de las más grandes y bonitas. Merche, muy simpática y atenta tuvo la amabilidad de enseñarnoslas todas, y y la verdad que todas, TODAS, son preciosas. Cada una de ellas lleva el nombre de una mujer de la familia Polo. La nuestra fue la habitación Remedios:
Y además a los 5 minutos de estar en la habitación nos trajeron una bandeja con mistela y unos dulces y una tarjeta de "bienvenidos a La Mozaira".
Aquí podeis ver el resto de habitaciones. Cada una diferente, pero todas con ese estilo sereno, mediterráneo, encantador... todas con una ropa de cama impecable, sábanas de hilo con la inicial de La Mozaira bordada, doseles, linos, algodones...
Los baños todos tan fantásticos..., muchos de ellos con bañeras de patas.
Absolutamente TODO con un gusto exquisito.
El mueble buffet del comedor, precioso.
El comedor:
El hotel cuenta con un restaurante cuyo chef es un encanto de persona. Estuvimos hablando largo y tendido con Luis, que nos apasionó con sus explicaciones sobre la dieta macrobiótica. Para cenar Luis nos deleitó con un menú degustación excepcional.
Viera con foie
Carpaccio de calabacín
Pescado sobre lecho de verduras (es el plato de la foto, pero no recuerdo muy bien cómo estaban cocinadas las verduras, por cierto exquisitas)
Magret de pato con chutney de mango y helado de yogur
De postre un brownie de chocolate negro con helado de mandarina y un bizcocho de chocolate blanco con dátiles servido con helado de wasabi (los dos sin ningún azúcar añadido). Los dos postres también los podeis ver en la foto.
El desayuno nos lo sirvieron con gran esmero también, y fue igualmente exquisito. Además presentado de una manera tan elegante y deliciosa...
El hotel cuenta también de biblioteca, en la que hay un espacio destinado a poder realizar reuniones de empresa. Esta biblioteca debe ser tan acogedora en invierno...
Desde aquí agradezco enormemente a Toni y a Pepe por este premio tan maravilloso, por habernos dado la oportunidad de disfrutar de una estancia tan especial, por agasajarnos con su compañía y con sus atenciones... Me siento realmente afortunada.
Gracias de todo corazón.