La receta de hoy es para disfrutar un buen rato con los peques. Nosotros pasamos una tarde muy divertida haciendo la masa, formando los dedos, y luego por supuesto comiéndolos. Si teneis niños en casa probad a hacerlo, se divertirán. Yo no soy muy de Halloween, pero este año me han pedido una colaboración en el blog De Cero a Doce y por las fechas en que tenía que publicar me pareció que estas galletas venían como anillo al dedo.
También el fin de semana hemos tenido taller de galletas decoradas com temática Halloween en La Caseta de Sucre y he estado varios días horneando escobitas, fantasmitas, calabacitas, tumbas, gorros de bruja... y decorando en naranja, morado, negro... Vamos, que yo creo que ya ¡hasta me gusta!
De todos modos hoy he hecho también panellets, porque ante todo ¡no hay que perder el norte! Antes que adoptar costumbres y tradiciones lejanas mejor adoptar las que tenemos aquí.
Yo nunca había hecho panellets, y la verdad es que no son nada difíciles de hacer y están buenísimos. Esta semana publicaré la receta y las fotos. Los he hecho normales, con azúcar, y también sin azúcar, ¿cómo no?!!!
Para hacer estos dedos de bruja la receta es la misma que la de las galletas decoradas, son galletas de mantequilla. Ni la masa ni la elaboración de los dedos tiene complicación. Para hacer con niños es ideal.
GALLETAS DE VAINILLA: DEDOS DE BRUJA
Ingredientes:
200g de mantequilla a temperatura ambiente
200g de azúcar glass
1 huevo
400g de harina común
1 cucharadita de extracto de vainilla (en polvo o líquida)
Cacao en polvo
Almendra laminada (o en su defecto almendras enteras)
Necesitaremos:
Varillas eléctricas
Pincel
Bandeja de horno y papel encerado (de horno)
Preparación:
Es importante tener la mantequilla a temperatura ambiente. En verano es suficiente con sacarla 30 min antes de la nevera, en invierno podemos necesitar unas 2-3 horas dependiendo de la temperatura de nuestra cocina.
Los niños pueden empezar a ayudaros ya en la preparación de los ingredientes. Con una balanza de cocina pueden ir aprendiendo a pesar las cantidades necesarias de cada ingrediente. A mi hijo este paso le encanta!
También podéis enseñarles a poner el horno en marcha, seleccionar el tipo de calor, en este caso arriba y abajo, y la temperatura: 160ºC.
Ponemos la mantequilla a temperatura ambiente en un bowl y la batimos con las varillas eléctricas para que se vuelva cremosa.
Vamos añadiendo el azúcar glass, en varias veces, y vamos batiendo. Si no tenemos azúcar glass podemos sustituirlo por azúcar normal, pero la textura de la galleta será diferente, ya que al morder notaremos el grano del azúcar.
Añadimos ahora la cucharadita de extracto de vainilla.
Añadimos el huevo y batimos hasta incorporarlo bien.
Vamos añadiendo ahora la harina también en varias veces, y vamos batiendo. Notaremos que con cada incorporación la masa se va endureciendo, siendo cada vez más difícil batir con las varillas.
Los niños pueden colaborar bien con la batidora en mano batiendo los ingredientes a medida que vosotros los vais añadiendo o al revés, añadiendo los ingredientes que vosotros les habréis dejado preparados ya, pesados, cada uno en un cuenco, mientras vosotros vais batiendo. Se trata de que se vean involucrados en todo el procedimiento.
Sacamos la masa del cuenco y amasamos sobre la encimera de la cocina ligeramente enharinada, para que no se pegue.
Cogemos bolitas de la masa y formamos cilindros. Esto es lo que más les gustará. Con un cuchillo marcamos las arrugas de los dedos (el cuchillo no necesitamos que esté afilado, solo necesitamos marcar las arrugas). Ponemos una lámina de almendra como uña. Ensuciamos el dedo, las arrugas, el borde de la uña, con el cacao en polvo, y depositamos en la bandeja de horno cubierta con papel encerado.
Horneamos durante unos 15 minutos o hasta que veamos que las galletas están ya algo doraditas.
Las galletas son muy delicadas cuando salen del horno. Debemos dejarlas unos minutos (10 min) para que se enfríen en la misma bandeja y entonces ya podemos pasarlas a ser posible a una rejilla para que terminen de enfriarse y les circule aire por todas partes.
Se conservan muy bien en cajas metálicas, o en su defecto en recipientes de plástico herméticamente cerrados.
¡¡¡¡¡Qué paséis un rato de lo más divertido!!!!!