Hacía años que no comía estos rollos autóctonos que aquí se encuentran a diario en todos los hornos. Los llamamos "rotllets de Sant Blai". Tienen su día en la onomástica de San Blas, que fue justo el pasado 3 de febrero. Fue por eso que se me ocurrió hacerlos. Desde que me diagnosticaron la diabetes (hace casi 10 años ya) no los había vuelto a probar y llevaba un tiempo pensando en probar a hacerlos sin azúcar. Probé y el resultado fue excelente. Los fui tomando para desayunar hasta que se terminaron y me quedé con ganas, así que este fin de semana los he vuelto a hacer.
Curiosamente cuando los hice para el día de San Blas no tenía papelitos de gasificante y usé bicarbonato y levadura, salieron buenos y me parecieron muy fieles a los originales (con azúcar). Sin embargo este fin de semana compré una cajita de sobrecitos de gasificante y no me esperaba que el resultado fuera tan diferente. ¡¡¡¡¡Qué buenos están ahora!!!!! ¡¡¡¡muchísimo más!!!!!
Las fotos son de la primera horneada. Se ven con la superficie más firme.
2 huevos
250g de azúcar o 160g de tagatosa (para versión sin azúcar)
160g de aceite de oliva
1 cucharadita de canela
Ralladura de piel de limón
450g de harina
2 juegos de sobrecitos de gasificante (dos azules y dos blancos) (En Mercadona los encontrais)
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Batimos los huevos con el azúcar. Añadimos el aceite y la ralladura de limón y continuamos batiendo. Incorporamos ahora la mitad de la harina, la canela y los sobrecitos de gasificante. Batimos. Incorporamos el resto de la harina con las manos, amasando.
Formamos rollos y los depositamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.
Horneamos unos 20 minutos o hasta que veamos que se doran. De todos modos no es una masa que adopte un característico tono dorado.
Estas últimas fotos son de los rollos de esta segunda horneada. Han salido mucho más cuarteados y de aspecto más fiel a los originales.
El aspecto de "integrales" que tienen se debe a la canela.
Que pinta tienen, buenísimos seguro. Un beso!
ResponderEliminarmmm qué buena pinta, anda que no me apetecería uno ahora con un vasito de leche caliente... te han quedado unas fotos muy tentadoras, y los rollos seguro que son una delicia, está muy bien esto de poder ir adaptando tanta variedad de recetas.
ResponderEliminarBesitos!!
Cuanto tiempo sin venir!!! Ke ricos te han quedado, se ven crujientes y sabrosos, voy a darme una vuelta por la tienda
ResponderEliminaroix que buenos!! con un buen cafe con leche :)
ResponderEliminarTienen muy buena pinta !!!
ResponderEliminarUna versión fantástica. Esta la apunto para probarla en las dos versiones, con y sin azúcar.
ResponderEliminarUn besazo.
Estos dulces tradicionales son una delicia. Un saludo.
ResponderEliminarTienen que estar riquiiiisimos. Nunca he usado los gasificantes que dices. Tengo que probarlos. Besos.
ResponderEliminarque ricos!!!
ResponderEliminarRosanna no los he comido nunca pero los haré...mañana voy a por el gasificante y a ver que tal...beeeesos
ResponderEliminarA estas horas es un pecado jeje. Besos!
ResponderEliminarAna
Me encanta ese corte que tienen, tan crujientes, esas miguitas son de lo más tentadoras!! Ummm, que ganas me han entrado de prepararlos!!
ResponderEliminarBesotesss
Pero qué buena pinta Rossana!! Hay que probar a hacerlos.
ResponderEliminarBesos.
pero que ricos y crujientese...te han quedado estupendos! un beso
ResponderEliminarestas rosquillas le encantan a mi padre, que además de ser diabético nació el día de San Blas. Se las voy a hacer ya mismo, no voy a poder esperar al año que viene, jajajaja
ResponderEliminarBesos. Paula
Caram! Les fotos són magnífiques, de fet tant, que juraria que puc olorar els rotllets. Quina bona pinta que fan! Enhorabona pel blog, per lo boníssima cuinera que ets (enveja sana!). I gràcies per visitar el meu blog i deixar-me comentaris, ets molt amable ;) A seguir endavant amb el teu blog! Fas una molt bona feina! :)
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